El pintor barcelonés Guillermo Pfaff presenta en el Espacio de arte Pere Pruna del MDM la muestra  Aire de Montserrat, una recopilación de una docena de obras, que se podrá visitar del 1 de julio al 8 de octubre.

La muestra, que está comisariada por Javuer Hontoria, se sitúa en la bella mitad de una trama densa de ambivalencias. Aparentemente, el título parece que no esconda grandes enigmas, pero refuerza el proyecto expositivo. En la montaña y el monasterio de Montserrat habitan nociones históricas de peso que se unen a la dimensión telúrica que domina la experiencia de los visitantes.

La obra que presenta en el Museu de Montserrat Guillermo Pfaff responde a esta rotundidad con un programa pictórico que liga con cuestiones adaptadas a la realidad de nuestro tiempo, asociadas a una cierta sensación de desarraigo producidas por la aceleración y la tecnología que encuentran un eco en la peculiar relación indisociable con el soporte que la acoge. A veces, el soporte parece contagiado por la pintura, y se desplaza en el espacio sin ningún tipo de límite que la contenga, como una mancha indefinida sin contorno ni forma. Buena prueba de ello son las telas de creación reciente que cuelgan en el muro de esta sala y que permiten entrever nuevas inflexiones entorno al espacio pictórico. Aire de Montserrat relaciona el poso ocre y terroso de la tradición frente la fluidez inalcanzable de las imágenes de nuestro tiempo.

Guillermo Pfaff (Barcelona, 1976) acabó los estudios de arte y expuso por primera vez en una galería de arte comercial en el año 1999. Al principio trabajaba diferentes medios pero pronto la pintura se convirtió en su lenguaje más recurrente. Este hecho llevará un cierto grado de autocrítica. El artista conceptualiza el proceso pictórico en la búsqueda de un acercamiento a sus circunstancias. Pfaff indaga con su pintura en cuestiones relativas al objeto pictórico. Estas comprobaciones lo sitúan  en una posición que oscila permanentemente entre la reivindicación y el cuestionamiento del mismo lenguaje pictórico. Hoy, Guillermo Pfaff expone regularmente su obra en galerías y centros de arte alrededor del mundo.