La Sala Daura del Museu de Montserrat (MDM) presenta, del 13 de diciembre al 3 de mayo de 2020, la muestra Memòria, de Jordi Isern (Barcelona, 1962), comisariada por José Corredor-Matheos.

La obra de Jordi Isern  se caracteriza por una necesidad de conocer más allá del que nos permiten nostros sentidos. Nos atrae, nos inquieta y nos despierta en nuestro interior un eco, como si dentro tuvieramos rastros de un conocimiento previo y nos resultaran familiares. Las tres partes de esta exposición, que en total cuenta con 147 piezas –todas ellas creadas para esta instal·lación-, muestran las etapas de un proceso de reflexión y de vivencia personal del artista.

En la primera sala, el conjunto de rostros y cuerpos representan la "Memòria del meu cos"; en la segunda, las cinco camas pintadas evocan la "Memòria de l’abisme"; finalmente, en el tercer espacio, "Memòria del Tot", encontramos la pieza de un sudario que quiere sugerir lo Absoluto. Tanto el que es plano como el que es tridimensional, si dejamos que actue dentro nuestro, acaba formando parte de nosotros, espectadores, que somos invitados a ser actores de este montaje. Jordi Isern es un artista consciente de sus pasos y busca la transcendencia: dejar que los límites del conocimiento desaparezcan y se pueda percibir la visión última de lo Absoluto.

Isern ha fundamentado su trabajo artístico de los ultimos años en la reflexión sobre la mirada de la pintura. Como la ve él y el público, y como  nos mira. El artista se preocupa por generar al espectador un clima perceptivoi transcendente y sus exposiciones-escenarios pretenden generar espacios donde se pueda respirar profundamente la obra. Este es tambien el propòsito de la muestra que ha preparado para el Museu de Montserrat. Isern busca una experiencia meditativa, un espacio reflexivo sobre el sentido de la existencia humana, haciendo memoria del propio cuerpo, de los miedos i de los anhelos.

Jordi Isern nació en Barcelona el año 1962 y actualmente vive en Sant Iscle d’Empordà. Es Doctor en Bellas Artes por la Universitat de Barcelona.Obtuvo la beca de Artes Plàsticas de la Generalitat (1985) y la de pintura de la Fundación Güell (1986). Los ultimos años ha desarrollado el proyecto "Origen" al Museu de la Garrotxa d’Olot y a diversos espacios de Girona. También ha tomado parte en el ciclo Exposicions Viatgeres de la Diputación de Girona.

Memòria, a ojos del comisario: José Corredor-Matheos

En palabras del comisario de la mostra, José Corredor-Matheos: “La obra de Jordi Isern se caracteriza per una necessidad y un impulso de conocer más allá de lo que nos permiten habitualmente nuestros sentidos. Y no se trata de lo que podríamos considerar la imaginación ni, mucho menos, de la fantasia. Contrariamente, podríamos decir que responde a una visión más realista y directa, profunda, de lo que es lo habitual. Por eso nos atrae e incluso nos inquieta y despierta en nuestro interior un eco, como si dentro tuviéramos rastros de un conocimiento previo y nos resulten familiares”. “Otra peculiaridad del arte de Jordi Isern –afirma Corredor-Matheos- es que resulta difícil classificar-lo en los órdenes establecidos: pintura y escultura? Y, al mismo tiempo, se trata de figuración o de abstracción, de integración y unificación o de descomposición y dispersión? Esto  nos hace ver, en el caso de los artistas más profundos, que las palabras, el lenguaje, nos resultan inútiles. Es una cosa y otra, todo y nada”.

El historiador y crítico de arte José Corredor-Matheos explica que las tres partes de la muestra que se puede ver en Montserrat exponen las etapas de un proceso: “Los rostros y otras imagenes de Memòria del meu cos, que representan la Pasión; las cinco camas pintadas de Memòria de l’Abisme, que representan la Muerte; la pieza de un sudario que ilumina Memòria del Tot quiere representar lo Absoluto. Tanto el que es plano como el tridimensional, si dejmos que actue dentro nostro, acaba formando parte de nosotros, espectadores. La desnudez del cuerpo humano es símbolo de esencialidad. Desnudos llegamos a este mundo y desnudos salimos de él. Y desnudos deberíamos de ir simbólicamente por el mundo. Jordi Isern és uno de los raros artistas que son conscientes de sus pasos y busca la transcendencia, el dejar que los límites del conocimiento se evadan y se puedan percibir la visión última de lo Absoluto”.